sábado, 16 de junio de 2012

Guía Dr. Gonzo de supervivencia Zombi: II




Capítulo I: Origen y Anatomía Zombi

 Antes de saber cómo combatir al enemigo debemos estar al tanto de quién o qué es. El axioma de Sun- Tzu "Conoce a tu enemigo" no podría ser más cierto en este caso. A priori más de uno se preguntará a qué c*ñ* tanto mareo, cuando de todos es sabido que basta con reventarles el cráneo y se acabó el asunto.  Cierto aunque con un rotundo PERO. Los zombis, señores, causan terror. Más aún, pánico. Son profundamente antinaturales y su mera visión provoca en el ser humano un miedo atávico que en la mayoría de los casos impide reaccionar con rapidez. Sin embargo la información ES poder, y conocer a fondo a estas aberraciones de la Naturaleza aporta ilusión de control y mejora nuestra capacidad de sobrellevar su visión y enfrentarlos. Así pues, comenzamos:


 Origen Histórico

   Los muertos vivientes llevan tambaleándose en las sombras desde el mismo amanecer del hombre. La historia escrita de todas las culturas tiene referencias a estas criaturas, si bien retorcidas por la mitología y la religión. Los Ghouls árabes, los Jiang-shi chinos y coreanos, el Wendigo algonquino, los Necrarii de Europa del Este, los Raksasha hindúes o los Revenant de Gran Bretaña y Normandía son sólo algunos de los muchos ejemplos que prueban este hecho. Y aunque existen ciertas diferencias entre ellos, sin duda atribuibles al folklore local, todos comparten ciertos elementos. Todas son criaturas muertas que vuelven a la vida, rondan cementerios y se alimentan de los vivos. Desde luego, la distancia geográfica que media entre todos estos lugares en combinación con sus similitudes no es mera casualidad. Existe cierto patrón. Sin embargo, lo que realmente preocupa es el cómo se forman los zombis.


Creación

  De todos los apartados de esta guía este es con mucho el más desconocido. De hecho, la falta de conocimiento a este respecto es inversamente proporcional a la cantidad de teorías que intentan explicarlo. Aquí vamos a enunciar las que consideramos más importantes.

   
  El Vudú: A esta religión le debemos el vocablo "zombi". En la tradición de la santería centroamericana y caribeña de raíces africanas, un hechicero lo bastante poderoso era capaz de esclavizar  los cadáveres de sus enemigos y usarlos como sirvientes para toda la eternidad. No obstante esta forma es a día de hoy, totalmente descartable como origen de los muertos vivientes, pues en todos los testimonios y tratados sobre el tema, ninguno describe el ansia de carne humana tan característica de los no muertos. Al parecer es mucho más probable que se tratase de un envenenamiento mediante el uso de algún tipo de droga hipnótica y que más que cadáveres reanimados fueran pobres desgraciados hasta el culo de opiáceos.

  La Hipótesis del Solanum de Brooks (Brooks, 2004):  En su Guía de la Supervivencia, Max Brooks plantea que el origen de la infección es un extraño virus, al que denomina Solanum. Según esta teoría, el Solanum viaja a través de la sangre y atraviesa la barrera hematoencefálica para atacar a las neuronas del lóbulo frontal. Cómo y porqué posee ese grado de especificidad es desconocido. En un período de aproximadamente 23 horas, la actividad metabólica y, digamos, vital del individuo cesa por completo. El cerebro se convierte en un órgano capaz de funcionar en condiciones de total anoxiay el individuo revive con tan sólo las funciones motoras y apetitivas más básicas. Sin embargo, la falta de estudios que respalden esta teoría la hace, a mi parecer una candidata secundaria para explicar el origen de la plaga no muerta.


   Las Drogas: No nos es ajeno el que la mayor parte de los flipados de las conspiraciones gubernamentales afirman que el gobierno posee drogas capaces de inhibir la voluntad y convertir a la gente en zombis. Sin embargo algo hay de verdad en estas teorías. Hay todo un abanico de fármacos con capacidad para inhibir la actividad cerebral, neurolépticos en su mayoría como el Haloperidol o ansiolíticos como las benzodiacepinas cuyos efectos secundarios a nivel motor coinciden con los anteriormente mencionados. Por otra parte, drogas alucinógenas como la ketamina o el LSD generan experiencias extracorporales, disociación, agresividad y no es infrecuente que se hayan dado casos de canibalismo entre sus consumidores. De hecho, hace poco llegó a mis manos la noticia de un hombre en Miami, Rudy Eugene, que había sido abatido por la policía cuando devoraba la cara de un indigente. Aún más escalofriante, el hombre ignoró por completo las advertencias de la policía y por toda comunicación emitió una serie de gruñidos. Hicieron falta varios disparos para detener a Eugene, a quien el Miami Herald ha bautizado acertadamente como "El zombi de Miami." El informe forense reveló que Eugene se hallaba bajo los efectos de un derivado del LSD encuadrado dentro de una familia llamada de forma genérica "Bath Salts" o "Sales de baño".


NOTA: Esta última noticia es cierta y no tiene nada de gracioso. La víctima, Ronald Poppo de 62 años,  se está recuperando en un hospital, afortunadamente, aunque cabe la posibilidad de que quede permanentemente ciego. Algunos detalles sobre la noticia Aquí.

Anatomía

  El ANSD (Síndrome de Degeneración Neurodegenerativa Atáxica y de la Saciedad, Schlozman, 2009): Schlozman, profesor adjunto de psiquiatría en la universidad médica de Harvard, llevó a cabo una profunda investigación en distintas fuentes hasta conseguir un análisis pormenorizado de la neuroanatomía de un zombi.    Hasta el momento es con mucho la teoría más exacta al respecto. De hecho aquí tan sólo resumiré lo básico, sin embargo un artículo más profundo puede encontrarse en su libro The Zombie Autopsies: Secret notebooks from the Apocalypse (eso sí, en inglés):


  •  El Lóbulo Frontal: Schlozman concluye que el lóbulo fontal, la parte del cerebro encargada de coordinar y relacionar prácticamente toda la información neural, se halla severamente dañada, aunque no totalmente destruida. Mantiene cierta capacidad para procesar el input proveniente del Tálamo, y por tanto, permitiendo al zombi ver y oír con un rango limitado. Sin embargo el daño masivo en esta parte del cerebro implicaría la pérdida de la capacidad del lenguaje, atención selectiva, conducta moral y ética, conciencia, razonamiento y ejecución de la conducta motriz, todo un conjunto de síntomas totalmente reconocibles en la conducta de un zombi.
                             
  •  La Amígdala y Corteza Cingulada Anterior: La amígdala es junto con el sistema límbico, la principal promotora de las emociones más primitivas. Entre sus muchas funciones, la amígdala genera la respuesta de ataque - retirada presente en todos los animales, y más intensamente en predadores. Los zombis tendrían una amígdala completamente funcional. Esto se une a una disfunción total en la corteza cingulada, que en condiciones normales modera la respuesta emocional de la amígdala hasta obtener una mejor respuesta proveniente del lóbulo frontal. El resultado de todo esto es, entre otras cosas, hiper-agresividad.

  •  El Hipotálamo - Núcleo Ventromedial: El núcleo ventromedial del hipotálamo es la zona encargada entre otras cosas de la regulación del apetito, enviando las señales que indican cuándo estamos hambrientos y cuándo estamos saciados. Al estar dañada en el caso de los zombis, las lesiones en esta zona conllevarían hiperfagia (la necesidad compulsiva e imparable de comer). No obstante, es irónico destacar que los zombis carecen por completo de actividad digestiva. Este hecho ha sido comprobado al haberse encontrado trozos intactos de sus víctimas tan sólo afectadas por la descomposición bacteriana pero sin efecto de actividad enzimática estomacal. Y dado que tampoco defecan, pues carecen totalmente de motilidad intestinal, generalmente la comida se acumula en sus cavidades abdominales hasta que revientan.

  •  El Cerebelo y los Ganglios Basales: Ambas son partes del sistema nervioso relacionadas con la coordinación y movimiento. Concretamente los Ganglios Basales (Globo Pálido, Núcleo Caudado y Putamen) controlan la coordinación motora voluntaria y el aprendizaje de conductas motoras; y el Cerebelo el equilibrio y las funciones motoras voluntarias finas. Las alteraciones en estas zonas generan Parkinsonismo (temblor, rigidez, trastornos posturales caracterizados por caminar inclinado y con los brazos flexionados hacia delante), Bradicinecia (dificultad para empezar y completar movimientos nuevos acompañado de un andar lento y rostro inexpresivo) o Ataxia (problemas motores, movimientos involuntarios, una forma de caminar característica con las piernas abiertas y balanceos adelante y atrás del tronco, etc...).


  • Origen Biológico: Por último, el aspecto menos concluyente del estudio es precisamente el que más nos preocupa. Schlozman parece decantarse por un origen vírico de este cuadro sintomatológico, apoyando las investigaciones de Brooks. Pero parece haber pruebas que sugieren un origen endógeno, una muerte celular masiva que deja al sujeto en el estado descrito y cuyo origen podría ser genético (Corzo y Cols. 2012)

Conclusión

El origen de los zombies sigue estando oculto, principalmente porque apenas hay constancias de brotes, y muchos de éstos son en realidad achacables a otras causas antes que a un levantamiento de los muertos. Por tanto el acceso a la información es escueto y las fuentes son más que dudosas (con una amplia mayoría de los típicos cretinos endogámicos del sur de USA). Sin embargo, es una suerte que existan investigadores cuyo trabajo, apenas reconocido y en absoluto remunerado, nos acerque cada vez más a posibles soluciones ante lo que podría ser, en caso de existir, una amenaza para toda la raza humana y el planeta entero. Desde aquí seguiremos informando.
A pesar de todo queda claro que el centro de la actividad de un zombi está en su sistema nervioso central y que la eliminación expeditiva de este resultará en su total destrucción.
 En la próxima entrega, estrategias defensivas, armamento disponible en España y equipos de escape. Y recordad " El único zombi bueno es el zombi mu... ehh.... sin la p*t* cabeza!!"



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