jueves, 8 de julio de 2010

De tesoros encontrados.

 Si llegáis a asomaros a una azotea lo bastante alta para oir cercano el rumor de la vida y miseria humanas, seguro que no os resulta difícil imaginar la ciudad, cualquier ciudad, como un enorme mar. Un mar con olas de tiempo y corrientes de asfalto que nos llevan de un lado a otro conforme las navegamos, algunos con la seguridad de una flota entera de galeones y otros con la fragilidad de un esquife. Pero ya seamos galeón o bote, la mala suerte puede enviarnos de un golpe contra un témpano, un arrecife o un banco de tiburones para caer hundidos en lo más profundo de la vorágine del día a día en la ciudad. Rotos y olvidados. Y a veces, de vez en cuando y como tesoros de un naufragio tirados en la acera, encontramos personas con toneladas de puro talento que esperan a ver si alguien los saca del fondo de indiferencia y mierda en que se encuentran. Es el caso de Jim Mustard, un mendigo que fue llevado al programa de radio de Opie & Anthony en U.S.A en principio para una especie de concurso de compras para indigentes. A mitad de entrevista preguntó por una guitarra y soprendió al personal con esto:
 



Como dijo un comentarista anónimo de youtube. "Puedo sentir su alma desde mil millas."

Aquí dejo el link a su grupo de fans de facebook.

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