Con motivo del concurso de relatos cortos del distrito de Latina de Madrid, estoy intentando escribir una historia con opciones a quedar finalista. No ya a ganar, que eso sería harto complicado et cansino, máxime cuando no estoy muy seguro de poder hacerlo. El caso es que buscando alguna idea entre apuntes viejos, encontré este final que escribí hace unos años. Y he pensado que si gusta, podría tomarlo desde aquí y darle una historia completa. En cualquier caso, agradezco cualquier comentario al respecto. Y como siempre, le pongo banda sonora por aquello del ambiente.
O.S.T. Pink Floyd - Shine on you crazy diamond
(…)Se sentó en una pila de bloques de cemento y miró hacia arriba ignorando el dolor. Las grúas creaban un entramado de gruesas líneas que apenas le dejaba ver el cielo. “Igual que putos barrotes.” Se habría reído si no hubiese tenido el pulmón perforado. En su lugar, un espasmo le sacudió todo el cuerpo haciéndole tirar su cigarrillo al suelo. Rebuscó entre sus bolsillos. No quedaban y no le sorprendió. Un frío que nada tenía que ver con el viento cortante del lugar redujo sus movimientos a un leve temblor que aceleró la caída de las gotas de sangre al suelo. Ya había un pequeño charco.
N. se fue reclinando hasta quedar tumbado conforme el día empezaba a despuntar. Jamás había estado tan cansado y no podía recordar un solo momento en que no quisiera cerrar los ojos y dormir. El temblor fue parando pero no cerró los ojos. Estaba decidido a no hacerlo.